Escucho los sonidos, me rodean, como mis pensamientos lo continúan haciendo día tras día, estos son penetrados por mis sentimientos, como espadas cortando un órgano lenta y desquiciadamente, de la manera mas inquietante que puedas imaginar, con la mano que menos esperas que lo haga, si, hasta esa persona puede llegar a hacer algo tan horrible, siento como el vació inunda, baña y corroe todos estos preciosos días sin dejar rastro de mi identidad, mi persona queda retratada en un bosque, donde los niños corren, se pierden y lloran, la pena, la plenitud del olvido, entre mis dedos se va, se desvanece, como arena, seca y bien monótona ... la incertidumbre de la ambigüedad de la situación llama a gritos, gritos muy sangrientos, antiguas historias de mi vida que deberían permanecer encerrados en este corazón ... mi corazón; no tocar, no violar, no mirar, no confiar, no estimular, no controlar, no poseer, no menospreciar, no interpretar, no juzgar, no tranquilizar, no limpiar, no apresurar, no amar ...
domingo, 14 de febrero de 2010
sábado, 6 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)